Psicoterapia

ADULTOS

A lo largo de la vida adulta pueden surgir diferentes motivos que movilicen a la persona para buscar ayuda profesional, ya sean circunstancias sobrevenidas, conflictos que se repiten de manera continuada o la aparición de algún síntoma que, provoca malestar y/o interrumpe significativamente las actividades diarias en uno o varios niveles: personal, familiar, social o profesional.

La psicoterapia de adultos brinda un espacio seguro donde encontrar escucha activa, respecto y confianza. El proceso terapéutico busca facilitar la toma de conciencia de la persona para lograr una nueva forma de estar consigo mismo y con su entorno y así, aliviar el malestar que le llevó a hacer la petición de ayuda.

El malestar subyacente puede manifestarse de diferentes formas:

  • Ansiedad, miedos o fobias.
  • Dificultades emocionales.
  • Sentimientos de soledad.
  • Dificultades en la relación de pareja y/o relaciones sociales.
  • Alteraciones en la conducta alimentaria.
  • Inseguridad y baja autoestima.
  • Pérdidas, separaciones y duelos.
  • Estrés o enfermedades.
  • Crisis vitales, falta de sentido vital.
  • Conflictos familiares.
  • Identidad sexual.
  • Dificultad en la aceptación de la orientación sexual.
  • Sensación de no encajar en comunidad hetero ni comunidad LGTBI+.
  • Complicaciones cotidianas dadas por la orientación sexual.
  • Vivencias traumáticas derivadas de la orientación sexual.

Infantojuvenil

La infancia y la adolescencia son dos etapas que se caracterizan por diversos cambios ya que implican maduración a diferentes niveles: físico, cognitivo y emocional, y son tan significativas que determinarán la personalidad en la edad adulta.

Habitualmente, el sufrimiento emocional durante la niñez y la juventud suele mostrarse disfrazado por un síntoma, el cual debe ser tomado como señal de alarma y escucharse para identificar el malestar subyacente.

Cada niño, niña o adolescente es único, por lo que tiene necesidades diferentes y el abordaje terapéutico lo tiene en cuenta, adaptándose a la singularidad en cada caso. Mi forma de trabajo es realizando inicialmente una evaluación emocional para poder comprender qué está ocurriendo; el objetivo del proceso terapéutico será rebajar el malestar y facilitar la desaparición del síntoma.

Síntomas por los que acudir a terapia:

    • Enuresis o encopresis.
    • Dificultades en el sueño.
    • Miedos o fobias.
    • Inseguridad y baja autoestima.
    • Dificultad en la relación con iguales. (Violencia o sumisión)
    • Uso excesivo de pantallas.
    • Problemas de conducta.
    • Alteraciones en la alimentación.
    • Crisis de identidad.
    • Identidad sexual
    • Ansiedad y/o depresión.

*Los padres o tutores legales forman parte activa del proceso terapéutico.

de familia

La complejidad de la crianza puede generar tensiones que debilitan el vínculo familiar y/o provocar algún tipo de malestar en uno o varios de sus miembros. A veces es necesario aprender a relacionarse desde una comunicación basada en la escucha, el afecto y el respeto, que permita construir un ambiente acogedor donde nuestros hijos puedan ser quienes son, y convertirse en personas con una vida libre y plena.

La psicoterapia de familia brinda un espacio seguro donde los miembros de la familia pueden expresar su sentir desde la libertad y el respeto, sin juicios. Trata de acompañar a las madres y padres en el duro trabajo de serlo, y lograr un modo de relación más armonioso entre todos.

Situaciones que pueden debilitar el vínculo:

  • Separaciones o divorcios.
  • Enfermedades duraderas o crónicas.
  • Pérdidas o duelos.
  • La incorporación de nuevos miembros a la familia (primer hijo y/o sucesivos).
  • Conflicto entre hermanos.
  • Dificultad en el establecimiento de límites.

Perinatal

El impacto emocional de momentos vitales transformadores como el embarazo, el parto y el postparto pueden llegar a convertirse en todo un desafío que requieren de ayuda profesional.

La psicoterapia perinatal proporciona un espacio seguro donde poder confiar las emociones tan intensas que pueden surgir y, ayudar a transitarlas reduciendo el malestar que puede llegar a generar.

Motivos de consulta:

  • Dificultades para lograr el embarazo.
  • Estado emocional durante el embarazo.
  • Procesos de reproducción asistida.
  • Pérdidas gestacionales o perinatales.
  • Gestión de la nueva maternidad y paternidad.
  • Gestión emocional en el postparto.

Preguntas frecuentes

La terapia es un proceso de cambio que tiene varias etapas. La etapa inicial dura entre 3 y 5 sesiones, en ella se realiza una evaluación, a través de pruebas proyectivas en el caso de terapia infantojuvenil o mediante la entrevista en el caso de adolescentes y adultos. Tras la devolución de la información recogida, se inicia la intervención hasta lograr los objetivos planteados.

Si experimentas un malestar que persiste en el tiempo o algún tipo de sufrimiento que afecta a tu vida personal, familiar, social o profesional. 

La terapia con adolescentes o adultos utiliza como recurso principal la palabra, que se convierte en una herramienta fundamental para la expresión emocional, la resignificación de lo vivido y la reflexión y/ o toma conciencia.

Tras varias sesiones destinadas a comprender el malestar, se realiza una devolución de información que contribuye a seguir elaborando el proceso terapéutico. En el caso de menores de edad también se hace la devolución a sus progenitores o tutores legales.

La terapia infantil utiliza el juego simbólico como recurso principal, ya que a través del juego los niños pueden expresar emociones, conflictos internos y experiencias difíciles que no pueden comunicar verbalmente debido a su desarrollo cognitivo y emocional. Siempre inicia con una evaluación emocional inicial.

Previo a la intervención con menores es necesaria una evaluación emocional, la cual suele ocupar entre 4 y 5 sesiones y debe incluir una sesión inicial y otra de cierre con los padres.

El malestar puede manifestarse de diversas formas, generalmente se observan cambios significativos de conducta en algún ambiente, como el familiar, el social o el escolar, o en conductas como el sueño y/o la alimentación.

Las sesiones tienen una duración de 60 minutos, en niños muy pequeños puede acortarse a 45 minutos.

La frecuencia recomendada es semanal, porque ese espacio entre sesión y sesión permite procesar lo trabajado y asentar emociones, y a la vez, dar continuidad a todo el proceso terapéutico.

El tiempo de duración es algo que no puede saberse, es obvio que cuanto mayor sea el daño más tiempo llevará repararlo. Si es necesario tener en cuenta, que toda terapia es un proceso cuyo trabajo debe ser integrado y asimilado.

Sí, la terapia online puede ser igualmente eficaz que la presencial, de hecho, es la opción perfecta cuando las circunstancias no la hacen accesible de otra manera.
No obstante, por la cercanía y por la aplicación de algunas técnicas que no podrían ser llevadas a cabo, en algunos casos es recomendable exclusivamente el modo presencial.
Ambas modalidades son válidas, y lo más importante es adaptar la elección a la situación, las necesidades de la persona y el tipo de intervención terapéutica.

La terapia es un proceso de cambio que tiene varias etapas. La etapa inicial dura entre 3 y 5 sesiones, en ella se realiza una evaluación, a través de pruebas proyectivas en el caso de terapia infantojuvenil o mediante la entrevista en el caso de adolescentes y adultos. Tras la devolución de la información recogida, se inicia la intervención hasta lograr los objetivos planteados.

Si experimentas un malestar que persiste en el tiempo o algún tipo de sufrimiento que afecta a tu vida personal, familiar, social o profesional. 

La terapia con adolescentes o adultos utiliza como recurso principal la palabra, que se convierte en una herramienta fundamental para la expresión emocional, la resignificación de lo vivido y la reflexión y/ o toma conciencia.

Tras varias sesiones destinadas a comprender el malestar, se realiza una devolución de información que contribuye a seguir elaborando el proceso terapéutico. En el caso de menores de edad también se hace la devolución a sus progenitores o tutores legales.

La terapia infantil utiliza el juego simbólico como recurso principal, ya que a través del juego los niños pueden expresar emociones, conflictos internos y experiencias difíciles que no pueden comunicar verbalmente debido a su desarrollo cognitivo y emocional.

Previo a la intervención con menores es necesaria una evaluación emocional, la cual suele ocupar entre 4 y 5 sesiones y debe incluir una sesión inicial y otra de cierre con los padres.

El malestar puede manifestarse de diversas formas, generalmente se observan cambios significativos de conducta en algún ambiente, como el familiar, el social o el escolar, o en conductas como el sueño y/o la alimentación.

Las sesiones tienen una duración de 60 minutos, en niños muy pequeños puede acortarse a 45 minutos.

La frecuencia recomendada es semanal, porque ese espacio entre sesión y sesión permite procesar lo trabajado y asentar emociones, y a la vez, dar continuidad a todo el proceso terapéutico.

El tiempo de duración es algo que no puede saberse, es obvio que cuanto mayor sea el daño más tiempo llevará repararlo. Si es necesario tener en cuenta, que toda terapia es un proceso cuyo trabajo debe ser integrado y asimilado.

Sí, la terapia online puede ser igualmente eficaz que la presencial, de hecho, es la opción perfecta cuando las circunstancias no la hacen accesible de otra manera.
No obstante, por la cercanía y por la aplicación de algunas técnicas que no podrían ser llevadas a cabo, en algunos casos es recomendable exclusivamente el modo presencial.
Ambas modalidades son válidas, y lo más importante es adaptar la elección a la situación, las necesidades de la persona y el tipo de intervención terapéutica.

Precios consultas

Presencial / online

60 la consulta
  • Sesión individual de 60 minutos
  • Atención presencial u online

Tu salud mental importa.
Escucha y cuida tu bienestar emocional, ahora es el momento.

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